Estos días están siendo muy difíciles para nosotros. Hace un año que se diagnosticó la enfermedad de nuestro hijo y empezó nuestro particular calvario.
No está siendo fácil poder llevar el día a día, continuamente llegan a nuestra cabeza malos recuerdos y vuelve a aparecer el miedo, miedo que solo se quita estando al lado de nuestro hijo y viendo lo bien que el lleva la enfermedad.
Precisamente esta noche, mientras bañábamos a su hermana, nos ha preguntado, “¿por qué me he puesto malito?”, le hemos dicho que eso nadie lo sabe, pero lo que hay que procurar es que la enfermedad no aparezca y que se cure para siempre.
A la hora de la cena, se ha ido a la terraza a mirar la luna, le hemos preguntado, que hacia.
“LE ESTOY PIDIENDO PONERME BUENO Y QUE TODOS LOS NIÑOS QUE ESTÁN MALITOS TAMBIEN SE PONGAN BUENOS”.